DECLARACIÓN POLÍTICA DE ASAMBLEA DE ANDALUCÍA aprobada en la reunión de la Coordinadora Nacional celebrada en Málaga el 19 de septiembre de 2015, tras debate en las asambleas territoriales y las áreas de trabajo

1. Ante el más que probable inicio de un proceso de reestructuración de la organización territorial del Estado español tras las elecciones catalanas y generales, nos pronunciamos por la apertura de procesos constituyentes en cada uno de los pueblos-naciones que integran el Estado para que, posteriormente, en el uso de su soberanía nacional propia, puedan acordar libremente la relación entre ellos: de tipo federal (en su verdadero significado sin la manipulación actual del concepto), confederal o de buena vecindad entre estados independientes, según sea la opción de cada pueblo en el legítimo ejercicio de sus derechos. Si esto no sucediera, y se abriera un proceso constituyente único o una simple reforma de algunos puntos de la actual constitución del Reino de España, el mínimo admisible para Andalucía sería su reconocimiento como uno de los pueblos-naciones de un Estado, el español, definido con claridad como plurinacional. Por su identidad histórica, su identidad cultural y su identidad política -esta última ratificada durante los años de la llamada Transición política al conquistar, en las calles y en referéndum, el máximo grado de autogobierno posible bajo el actual régimen jurídico-, Andalucía no puede admitir otro tratamiento que el de un pueblo-nación con el máximo de derechos, incluido el de decidir libremente sus instrumentos de autogobierno y el tipo de relación con otros pueblos.
2. Esta definición de Andalucía no es una cuestión exclusivamente simbólica y aun menos nominal, sino que va ligada a la necesidad de contar con instrumentos políticos propios para hacer posible las transformaciones económicas, sociales y en las relaciones de poder necesarias para luchar con eficacia contra la dependencia económica, las desigualdades internas, la subalternidad política y la alienación cultural bajo las que se encuentra nuestro pueblo. El ámbito de la actual “autonomía” y el gobierno de esta convertido en Régimen monopartidista por el PSOE (apuntalado en diversos momentos por el PA, IU y ahora Ciudadanos, actuando de cómplices) se han demostrado completamente inútiles para sacar a Andalucía de la situación de colonialismo interno respecto al Estado español (de la función extractivista y sujeta a intereses ajenos que lleva desempeñando al menos durante los últimos ciento cincuenta años) y de colonialismo externo respecto a los intereses de las grandes corporaciones financieras y empresariales supraestatales, sin que tampoco se haya producido convergencia alguna con respecto a otros pueblos y territorios del Estado. En este contexto, nos reafirmamos en que la lucha política por los derechos
colectivos del pueblo andaluz (la lucha nacional por un verdadero autogobierno) está íntimamente fusionada con la lucha social por la transformación radical (desde su raíz) del modelo económico, social y cultural que está en la base de las intolerables desigualdades internas y externas de que somos víctimas la inmensa mayoría de los andaluces y andaluzas.
3. Denunciamos la creciente militarización de Andalucía y la utilización descarada de nuestro territorio como plataforma de intervenciones imperialistas sobre África y el Próximo Oriente. Ello no sólo hipoteca extensas zonas de algunas provincias, impidiendo otros usos, y nos pone en la diana de posibles ataques terroristas, sino que choca directamente con la cultura de la paz que es uno de los valores centrales de la cultura andaluza. La intervención de la presidenta de la Junta en un reciente debate parlamentario sobre el tema nos avergüenza profundamente al apoyar con toda rotundidad esta dinámica militarista y agresiva, totalmente ajena a los intereses y la conciencia de nuestro pueblo.
4. Nos declaramos frontalmente opuestos a la firma del tratado entre la UE y Estados Unidos conocido como TIIP, porque ello significaría otro enorme recorte de derechos para los trabajadores y los pueblos de aquellos estados que, como el español, se verían afectados. Este y otros tratados semejantes pretenden profundizar el dominio de las instituciones de la globalización capitalista neoliberal sobre los derechos de las personas, que quedarían fuertemente restringidas, y de los pueblos y estados, que perderían el ya limitado grado de soberanía que todavía conservan. Si, como es de temer, el tratado se firma, con el apoyo de los partidos “populares” y “socialistas” (?) europeos, exigimos se convoque un referéndum para su ratificación o rechazo popular. En todo caso, creemos que ha de abrirse ya un debate riguroso sobre la conveniencia o no de permanecer en el euro y la UE ya que las instituciones de la Europa real actual nada tienen que ver con la construcción de una Europa de los Pueblos y de los Derechos sino que constituyen la punta de lanza de los intereses de “los mercados” (las grandes corporaciones financieras y trasnacionales) para la anulación de derechos tanto individuales como colectivos.
5. Ante el obsceno aumento de las desigualdades económico-sociales durante la actual “crisis”, con su secuela de un inaceptable porcentaje, nunca hasta ahora existente, de personas y familias en situación de pobreza y al aumento también espectacular del número de grandes fortunas, apoyamos el urgente establecimiento de una Renta Básica Universal (RBU) para todos los ciudadanos y residentes en Andalucía y el Estado español. Si existiera voluntad política, dicha RBU puede ponerse en marcha en muy poco tiempo, incluso dentro del marco económico-político actual, con una simple reforma del IRPF, como demuestran rigurosos estudios realizados. Ello tendría como efecto no sólo la desaparición inmediata de la pobreza extrema e incluso relativa sino también un paso importante en la autonomía de los trabajadores respecto a las exigencias y condicionamientos actuales de quienes controlan el mercado de trabajo.
6. Nos ratificamos en la afirmación de Blas Infante de que “en Andalucía no hay extranjeros”. El soberanismo andaluz ha de estar plenamente abierto a la
solidaridad y la interculturalidad y por ello Andalucía –que posee una cultura cuya singularidad le viene, en gran medida, de su carácter mestizo y receptivo-ha de acoger con plenos derechos ciudadanos a quienes vienen a nuestra tierra, sean como refugiados o como inmigrantes “económicos”, una distinción que no es tan simple como algunos interesadamente plantean ahora con el propósito, apenas disimulado, de negar a estos últimos la plenitud de derechos alimentando, a la vez, el racismo institucional.
7. Para el avance en el proceso de construcción nacional de Andalucía y en la articulación del necesario movimiento político organizado que lo impulse, el cual debe vincular estrechamente las reivindicaciones nacionales con las luchas sociales, es necesario el fortalecimiento del municipalismo, la existencia de un fuerte sindicalismo andaluz que sea decididamente anticapitalista e independiente de los partidos políticos y la multiplicación de entidades e iniciativas sociales y culturales de carácter andalucista. Hoy, el espacio político del nacionalismo andaluz (que no puede ser sino de izquierda) se encuentra vacío y debe ser cubierto porque así lo exige el interés de nuestro pueblo y para impedir que pueda ser ocupado por grupos que reclamándose “andalucistas” defiendan en realidad otros intereses.
8. En la perspectiva de las próximas elecciones generales anunciadas para diciembre, hacemos un llamamiento a los diferentes partidos y organizaciones político-electorales que van a pedirnos el voto a los andaluces, especialmente a los que no están enlodados, ahora o en una etapa reciente, en la ciénaga de complicidad y corrupción del Régimen establecido, a reconocer expresamente la definición de Andalucía como pueblo-nación en el marco actual de un Estado plurinacional, con todo lo que ello conlleva. Asamblea de Andalucía no se presenta a estas elecciones ni va a pedir el voto para ninguna opción electoral –al no existir hoy una organización política de exclusiva obediencia andaluza con la suficiente relevancia y fuerza como para ser reconocida como propia por un sector significativo de nuestro pueblo- pero sí pedirá que no se vote a aquellos partidos que no hagan explícito dicho reconocimiento de Andalucía como nación y un compromiso efectivo con el respeto a nuestro derechos colectivos como pueblo, incluido el “derecho a decidir”, y tomen en cuenta dentro de sus programas los planteamientos contenidos en esta Declaración.

Andalucía, 19 de septiembre de 2015.